¿Es para ti la maderoterapia facial?

En este post te vamos a contar las claves para conocer la técnica de maderoterapia facial. Una técnica que se ha convertido en poco tiempo en una tendencia en el mundo de la dermocosmética.

¿Cada vez que ves una revista sientes cierta envidia de los rostros definidos que presenta?

En primer lugar, no te dejes llevar demasiado por esas imágenes: Photoshop tiene mucho que ver en ellas. Y en segundo lugar, ten en cuenta que tú también puedes conseguir una piel tersa y con aspecto saludable sin la necesidad de pasar por quirófano o gastarte un dineral en cremas llenas de toxinas.

La maderoterapia facial es una técnica ancestral que, hoy, ha tomado gran protagonismo, especialmente por ser un tratamiento totalmente seguro y natural para ti.

¿Qué es la maderoterapia facial?

Se trata de una técnica no invasiva que se hace con ayuda de un instrumento o herramienta de madera. Su objetivo es tonificar y reafirmar el rostro a través de una serie de masajes que producen cierta presión sobre la piel.

Este masaje, activa los fibroblastos de la piel. ¿Te suenan? Sí, son esas células que se encargan de producir colágeno. Una sustancia que se va perdiendo con el paso de los años y causa que la piel se vuelva flácida, promoviendo la aparición de las primeras arrugas.

Y hay más.

Los movimientos que se aplican al hacer el tratamiento de maderoterapia facial mejoran la salud del tejido muscular, activan el sistema linfático y circulatorio y aportan nutrientes. Es decir, alimenta a las células de oxígeno para que tengan la suficiente energía como para lucir igual de bonitas que cuando tenías 20 años.

¿Qué instrumentos son necesarios para hacer un tratamiento de maderoterapia facial?

Para hacer un tratamiento facial con maderoterapia se usan diferentes instrumentos, en este caso de un tamaño acomodado a la cabeza. Es decir, de menor tamaño:

El hongo reductor se utilizará en la primera fase del masaje. Seguidamente, se utilizará el rodillo en relieve que se encargará de acabar con el exceso de grasa y drenar los ganglios linfáticos.

El rodillo estriado activa la circulación sanguínea dotando de oxígeno al resto de células de tu piel. Por último, se empleará la tabla moldeadora para lograr tensar la piel y la copa sueca, que conseguirá elevar el óvalo facial.

¿Para qué hacer un tratamiento con maderoterapia facial?

Existen todavía más beneficios de los que te hemos mostrado. Beneficios que no solo afectan directamente a tu salud física, sino también mental. Y es que, verse joven, sana y radiante es un requisito para tener confianza en uno mismo indispensable hoy en día.

Además de eso, la maderoterapia facial:

  • Reduce la papada al quemar la grasa de la piel.
  • Eleva los pómulos y los párpados.
  • Elimina las posibles líneas de expresión que se hayan creado conforme al paso del tiempo.
  • Estimula la creación de elastina y colágeno, ayudando a tener una piel más firme y sin arrugas.
  • Reduce la hinchazón de la cara y las bolsas al mejorar la circulación y evitar la retención de líquidos.
  • Relaja los músculos de la cara consiguiendo mitigar dolores de ojos o migrañas.
  • Mejora el estado anímico y reduce los síntomas de depresión y ansiedad.
  • Al ser un tratamiento natural, contribuyes a no usar tóxicos dañinos para el medio ambiente.

El paso a paso de la maderoterapia facial

Aunque siempre se recomienda acudir a un profesional como los que tenemos en Paola Bolssom para realizar uno de estos tratamientos. Tú también puedes convertirte en un experto dándote automasajes.

No importa que seas hombre o mujer. Con un tratamiento de media hora aproximadamente, dos veces a la semana podrás ver los resultados. Para ello, como media, son necesarias entre 5 y 10 sesiones. No te supondrá mucho tiempo si realmente consideras que es un tratamiento totalmente natural que, con muy poco, ofrece mucho.

Para aplicar este tratamiento puedes seguir los siguientes pasos. En cualquier caso, con la práctica te será más sencillo.

  1. Primero limpia bien tu rostro con leche limpiadora natural, exfolia y aplica un tónico según tu tipo de piel.
  2. Agrega el aceite esencial que mejor encaje contigo. El aceite de rosa de mosqueta o el aceite de argán son dos opciones a tener en cuenta.
  3. Primero, masajea suavemente todo tu rostro para activar la lengua.
  4. Usa el hongo reductor y ves haciendo pasajes en movimientos circulares por la zona del cuello y la papada.
  5. Con el rodillo estriado activa la musculatura de la zona con movimientos que vayan de arriba a abajo y de derecha a izquierda. Incide en las zonas que creas que necesitan focalizar más el trabajo, como las patas de gallo o los surcos nasogenianos.
  6. Con el rodillo liso efectúa un manjar que drene el líquido hacia la zona del cuello y debajo de las orejas.
  7. Para concluir, haz un masaje que ayude a drenar toxinas y líquidos con ayuda de la copa sueca. Así se absorberá la grasa y será eliminada por los ganglios linfáticos.
  8. Por último, cierra los ojos, coge tu mejor hidratante y masaje tu rostro con el único dictamen de seguir las pautas de tu intuición. Escucha a tu cuerpo mientras te dice exactamente el lugar que quiere ser masajeado.

En nuestro catálogo de Paola Bolssom, podrás encontrar el kit de maderoterapia facial perfecto para sumergirte en este apasionante mundo.

Define y da vida a tu rostro de manera natural y sostenible.

Y para cualquier duda, ¡No dudes más! ¡Consúltanos!

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